Evaluar una argumentación consiste en decidir racionalmente, si es concluyente o no, y en qué medida es concluyente, en el caso de que lo sea.

La evaluación de una argumentación resulta de la evaluación parcial y ordenada de todos los argumentos a favor y en contra (contra-argumentos), así como de los vínculos argumentativos que la componen.

Otra forma de valoración de argumentaciones es a través de la presentación de datos en forma de gráficos (de barras, con líneas, pasteles, entre otras).